Dicen que más sabe el diablo por viejo que por diablo. Y, en nuestro caso, con más de 25 años de experiencia y más de 3.000 eventos corporativos organizados, si hay algo de lo que sabemos es de eventos. Y, especialmente, de lo que funciona y de los errores que pueden echar a perder tu evento en sólo siete pasos.
Los eventos presenciales siguen siendo muy relevantes a la hora de potenciar una marca, fidelizar a los clientes o generar nuevos contactos. Así lo reconocen uno de cada dos profesionales del marketing B2B (53,7 %) que han participado en el Observatorio MarTech Trends “Claves y tendencias del Marketing B2B en el sector tecnológico” elaborado por Omnitel.
Y ahora, tras superar la pandemia, estamos comprobando desde el área de eventos que los eventos presenciales vuelven con fuerza, especialmente los road shows, que es una propuesta muy atractiva que nos vuelven a confiar los clientes para volver a estar cerca de sus clientes que están más allá de las grandes urbes.
En este contexto, según los datos que maneja la consultora Verified Market Research el mercado mundial de la industria de los eventos crecerá más de un 13 % anual desde los 886.990 millones de dólares de 2020 hasta los 2,19 billones en 2028.
Sabemos que es difícil alcanzar la perfección, pero si nos ponemos como objetivo el evento perfecto, al menos estaremos garantizando un evento excelente. Al fin y al cabo dicen que raramente recordamos los días, sino más bien los recuerdos y emociones que nos sobrecogieron durante determinados momentos.
Y eso es lo que desde el equipo de Omnitel tratamos de crear para todos los eventos que organizamos para nuestros clientes: un road show para Huawei, una cena exclusiva para los clientes de Hitachi Explore, un evento en un palco VIP para Veritas, el Informática Data Talks o un road show para F5 en Portugal, por citar algunos de nuestros ejemplos más recientes.
Precisamente no saber o no ser capaces de generar emociones desde el principio del evento es uno de los errores más habituales para que un evento no acabe consiguiendo los objetivos perseguidos. Uno de los principales retos es la personalización y la creación de experiencias singulares para los asistentes desde antes de la celebración de éste y hasta una vez finalizado. De hecho, según un estudio de AMEX, el 54 % de los planificadores de evento invierte más tiempo en la atención y experiencia del asistente que en cuestiones logísticas. Un evento no es sólo trabajo, también debe entretener, motivar, inspirar y ayudar a crear networking y equipos. Por eso es importante planificar acciones para crear emociones desde el momento en que una persona recibe la invitación para el evento.
Otro error frecuente es el de no ofrecer nada diferenciador. Con todos los eventos que se celebran a diario, sólo en Madrid y Barcelona, cada vez cobra más importancia tener un gancho en el evento corporativo, ya sea un ponente con nombre, la realización de una actividad atractiva o escoger un venue emblemático. Ya que, ante tal avalancha de eventos, los invitados acaban seleccionando aquellos que le resultan de mayor interés y prevén una mayor empatía. No hay que olvidar tampoco la importancia de crear eventos que apuesten por la sostenibilidad desde su preparación hasta su ejecución.
Si quieres conocer otros errores habituales para no echar a perder tu evento corporativo, no dudes en descargarte nuestra guía. Seguramente en nuestra sección de descargables encuentres algún otro material útil para tu día a día. Al fin y al cabo, como decía Marco Tulio Cicerón, “de humanos es errar; de necios, permanecer en el error”.